miércoles, 19 de noviembre de 2008

Tu nombre en mi libro


Y me senté en el sillón de la espera,

Mientras caminabas a kilómetros de aquí,

Leyendo un libro de la vida,

Hojeé las hojas de la mía,

Algunas blancas fui escribiendo,

Mientras tú aún no aparecías.


Y fue una ráfaga de viento, la que entró junto a tu cuerpo

La que hizo correr las páginas, del libro que estaba leyendo,

La que hizo que yo viera en segundos tu nombre,

Como quien juega a crear movimiento.


Así apareciste un día impreciso,

Y yo me caí del sillón de la espera,

Y ahora escribo sobré este camino,

Sin soltar tu mano, de ninguna manera.


Me gusta leer, las hojas ya escritas,

Y ver como tu nombre, en las blancas se multiplica,

El viento me mostró, lo que yo más quería,

Ahora no espero, eres tú mi alegría.


Camila Galdames S.




martes, 18 de noviembre de 2008

Paz


Cuando pienso en ti, siento paz

Paz que abunda en la suavidad de tus manos,

Paz que escucho en la voz de tus labios,

Paz que me toca con la luz de tus ojos,

Paz de la tuya que encuentra en mí, su refugio.


Camila Galdames S.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Ojos que te veo

Sensualidad cuando veo esos ojos,
ojos míos que son tuyos,
ojos tuyos que son míos,
ojos cafés enmielados,
en tu rostro tan bien encajados.

Ojos del elixir, ojos del deseo,
profundos y serenos,
tempestuosos y perplejos,
ojos dulces descansados,
ojos mustios agotados,
parlanchines, taciturnos,
que me enseñan de tu mundo.

Mundo cautivante
es tu mirada penetrante
aquel brillo que desborda
en el frescor de tu semblante
que radiante en mi recuerdo
será siempre obra de arte.

Camila Galdames

viernes, 22 de agosto de 2008

El abrazo


Cuerpo fino, brazos largos,

manos lindas, rostro humano,

todo lo que en conjunto,

me entregas en tu abrazo.


Ese único abrazo

que me das lento y calmado,

fuerte, suave, intenso,

lo siento, lo atrapo.


Después con tu mirada,

ya lejos sin contacto,

permanece allí, latente, presente,

aún no ha acabado,

cuando de repente,

es mi inconsciente,

quien te ha besado.


Mi piel sonrojada,

mis manos temblorosas,

y ya no sé que hacer,

el abrazo ha terminado.


Eso es lo que siento,

despierto en un momento,

el susurro del viento,

remese el pensamiento,

nada ha pasado,

yo no te he besado,

permaneces allí,

sigues a mi lado.


Eres mi amigo, eres secreto,

eres el ángel de mis ensueños.

Camila Galdames S.

lunes, 18 de agosto de 2008

Fusión por Amor


Dos velas iluminan,

mientras me desvistes,

tímido procuras,

con mirada profunda,

encontrar suave blancura,

de mi piel virgen e inmadura.


Es esta noche, la más oscura,

estrellada, sin luna alguna,

que nos abraza, que nos oculta,

que nos rodea,

cómplice muda.


El calor de tus manos,

adormece mis cabellos,

que por vez primera,

se encrespan de aquí hasta el cielo.


Es este nuestro encuentro,

reunidos cuerpo a cuerpo,

descubriendo un mundo entero,

un mundo mutuo,

en Dios perfecto.


Es fecundo, es completo,

rebalsando amor etéreo,

amor de nuestros besos,

nunca antes descubierto.


Amor de niños,

enriqueció el cariño,

amor de adultos,

alimentó caminos,

amor de amantes

enloquecidos,

nunca antes ambos vivimos,

es nuestro lazo,

amor primero,

velas se apagan,

inunda el sueño.

Camila Galdames S.

miércoles, 13 de agosto de 2008

El último viaje


Vi en tus humildes ojos,
el dolor de su partida,
a quién no volverías,
a encontrarte día a día.

Tu rostro joven,
de piel tersa y ojos resplandecientes,
llevan la sangre de aquel cuerpo,
que yace en paz, sereno, ausente.

La madre de tu madre,
dejó vacío en tu aire,
ya no está, y bien lo sabes,
es una herida penetrante.

Brotarán amplios tus sollozos,
amarga presión sobre tu pecho,
grandes llantos en tu lecho,
te librarán de este penar.

En tu alma celestial,
hay tiempo nuevo para avanzar,
la vida acaba para algunos,
y en ti recién comienza a andar.

Luego vendrán bellos recuerdos,
miles de cuentos que contar,
relatar las mil historias,
que junto a ella pudiste formar.

Camila Galdames S.

martes, 12 de agosto de 2008

La vida en un jardín



Entre rojo verde y blanco

una obrera destacada,

no se encuentra en un telar,

si en un valle natural,

viste tonos amarillos,

no escogió hoy su vestido,

aletea y aletea

¿trabajará para sus niños?

Diminuta, silenciosa,

en la fábrica de pétalos,

que despiertos por el sol,

la llaman, la esperan

¡ven pequeña solitaria!

fecunda nuestras almas,

vuelve vuelve cuando quieras,

esperaremos en calma.


Camila Galdames S.



domingo, 10 de agosto de 2008

La flor de mamá

Primavera de septiembre

mariposas traerás

agradables atardeceres

de hermosas flores llegarán.


Flores que cautivan

a los niños más pequeños

de manitos inquietas

y ternura perfecta.


En un reflejo de amor

o pensamiento primor

cortando un tímido tallo

a veces con un tirón

veremos a muchos niños

con alegría y fervor

correr a sus casitas

con gran desesperación

pues llevarán en sus manos

para la madre una flor.

Camila Galdames S.

viernes, 8 de agosto de 2008

El sueño de volar


Anoche soñé volando,

sin alas, sólo flotando,

y los niños me miraban,

fascinados me llamaban.


Ven niñita voladora,

enséñanos a volar,

gritaba el muchacho,

más grande del lugar,

te prestaré mi pelota,

cuando la quieras usar.


Yo era indiferente,

como ellos al jugar,

¡ay! la niña molestosa,

si juega ya va a llorar.


El fútbol es de los niños,

las bolitas ¿de quién va a ser?

juega, juega a las muñecas

y míranos no más correr.


Anoche soñé volando

y hoy me desperté

los niños hoy preguntan

si el arquero quiero ser.


Camila Galdames S.

jueves, 7 de agosto de 2008

Te extraño mar

Aquel rugido de tu voz fría en el invierno,

tratando de espantar las bajas y espesas nubes,

que envolviendo,

te esconden tras ellas,

las mismas que entorpecen el camino

De quienes te buscan a diario.


Oh mar, oh mar

si no fuera por aquellos recuerdos,

cierro los ojos, te siento aquí adentro,

cada verano me esperabas,

pero jamás como yo en este invierno

juegos de niña, baldes y tiestos,

hoy no te tengo, hoy no te tengo.


Escultor de rocas

moldeador de historias

borraste mis huellas,

¿dónde están ellas?

yo las dejé, te las regalé

y tú quieres más y yo quiero más

como no desear recorrer

descalza por las arenas blancas que rodean tus aguas

me siento invitada, las olas me llaman

y tu allá lejos te quiero, te quiero.

Camila Galdames S.

martes, 5 de agosto de 2008

Tarde en la Casa Campestre


Dulce canto de tus aguas

Adormecen mis sentidos

Calman el alma más agitada

Calman mi alma desesperada

A la distancia un sol imponente

Se hace presente en esta morada

Así como el silencio en atardecer

De la amplia casa deshabitada

Miro a través de estas ventanas

Paisajes inmóviles de verde fragancia

Y cual manchas blancas pintando el cielo

Nubes entrelazan un juego en silencio

Cierro mis ojos en un gran intento

Ese que quiero de escuchar el viento

Más es su ausencia la que me encuentro

Duerme en esta tarde de calor intenso.



Camila Galdames S.

lunes, 4 de agosto de 2008

Camino hacia él

Árboles desnudos,

sin vergüenza alguna,

acompañan mi camino,

bajo la luz de la luna.

Un viento frío,

estremecedor,

los ha desarropado,

en un otoño fresco,

en un invierno seco,

y con la misma furia,

hoy sacude mis cabellos.

Mientras camino, pienso en él,

quien me espera en mi destino,

más allá del viento,

más allá de la oscuridad,

quien bajo la misma luna,

piensa en mí como en ninguna.

Camila Galdames S.

domingo, 3 de agosto de 2008

Amanecer Cansada


Cuando la luz de la mañana
Recién penetra en mi ventana
Son mis ojos agotados quienes le imploran
Que se vaya.

Y mis huesos sienten frío
Me rehúso a despertar
Y en calles tanto ruido
Que parece un carnaval.

Y esa luz de la mañana
Que no se va, que no se va
Y ese ruido carnavalesco
Que ya más fuerte no va estar

Me susurra ya es de día
¡Vamos! ¡Vamos! a levantar
Que su suave faz bonita
No deje de ver el sol brillar.

Camila Galdames S.

viernes, 1 de agosto de 2008

La gaviota colonizadora

De quién más si no mío

pensó la gaviota,

Mirando a todos lados

si allí había otra,

posada en lo más alto

del bote amarillo,

creyose la dueña

del mar infinito,

el mar que hasta entonces

se hallaba dormido,

estalló de repente sin

previo aviso,

voló la gaviota

que bravo es mi amigo,

si sólo en un minuto

lo quise hacer mío.

Camila Galdames S.

jueves, 31 de julio de 2008

Túnel del final feliz

Es tal la oscuridad de mi corazón,

que la luz se apaga a mi pasar

mis ojos te buscan en el horizonte infinito,

y en cada milla que avanzo,

se hace más infinito

en esta inmensidad,

me pierdo en el delirio,

la esperanza se vuelve ínfima,

el dolor la consume.


Subsistencia de mi alma,

respirando un aire denso,

me suplica despertar,

de este sueño tan inmenso,

y es tu beso el destello,

que libera en mi aposento,

el elixir de la vida junto a ti tesoro bello.

Camila Galdames S.

miércoles, 30 de julio de 2008

Puesta de Sol

Te conocí cuando era una niña,

Atardeceres de mil placeres,

Iba en los brazos de mi padre mecida,

Mientras el sol, tras del mar, se escondía,

Cielos rojizos, nubes espías,

Y mil espejos de agua encandilan,

Tanta, tanta agua papá repetía,

Mira es el mar, mi pequeña Camila,

Un caminito de luz relucía,

División de dos mares,

Apreciaba mi vista.

La Puesta de Sol,

La que hoy me cautiva,

Un besito de amor,

Ya no soy una niña,

El Sol aún se esconde y el agua se agita,

Y sin darme cuenta se va un nuevo día,

Se acaba la puesta, continua la vida

He allí el don mar que enamora y cautiva.


Camila Galdames S.

Niña en Invierno


Corriendo del colegio, con ballerinas de lana,

una niña uniformada, juguetona hacia su casa.

Es invierno, frío intenso, soplan soplan grandes vientos,

chubascotes caen riendo, se deslizan por su pelo.


Ella salta los pozones, que en la tierra son millones,

le salpican goterones, desde el suelo borbotones.


Es el viento quien le sigue, levantado sus faldones,

entre medio de los árboles, bota hojas por montones,

silbando entre cables, tintineando luminarias,

vuela el gorro de la niña, ya no está, la luz se apaga,

es el rayo, es el trueno, la visita inesperada.


Ladran perros, maúllan gatos, y el rugir de un motor mecánico,

inconfundible aquel sonido, de un invierno bien llamado,

olor a leña, diseminado, en torbellinos elevado,

cuentan el trabajo del hacha y de tantas dueñas de casas,

que a la espera del obrero y de niños empapados,

mantienen el fuego viviente, de las casas de este barrio.


Y la niña pronto llega, se retira los zapatos,

es la madre quien la espera, su calor y su reclamo

¡Ay! que niña tan mojada, esta lluvia despiadada,

mientras cruje la morada de madera fabricada.


Los hermanos toman leche, sentaditos a la mesa,

Y la niña muy hambrienta, mira ansiosa su merienda,

tan pequeña y revoltosa, las patitas tan traviesas,

gran paciencia de la madre, que las seca que las seca.


Camila Galdames S.

Espacio para escribir los poemas del alma

La decisión de abrir un blog para compartir mis escritos poéticos no ha sido fácil.
Llevo más de 5 años pensando en hacerlo, el día de hoy ha finalizado ese cuestionamiento, y aquí estoy. Espero que este espacio alimente sus emociones tanto como las mías, son escritos básicamente forjados de mis vivencias infantiles, de mis sueños y amor por las cosas sencillas.

Muchos poemas de amor, escritos en instantes de sentimiento intenso, donde sólo mis pensamientos me acompañan y el entorno se reduce a mi persona, han permitido que yo extraiga las mejores palabras de mis labios.

Anoche leía la Última lección de Randy Pausch, y me maravillé de la claridad de sus pensamientos y la satisfacción de la vida que lo acogió durante sus 47 años nada más.

¿Qué es lo que uno puede entregar en esta vida y legar a la humanidad?
¿Cuántos de tus sueños has hecho realidad?
¿Cuál es tu verdadera felicidad y cuánto has hecho por alcanzarla?

Abre tu corazón y pon atento tu oido mira tu alrededor y siéntete agradecido.