martes, 5 de agosto de 2008

Tarde en la Casa Campestre


Dulce canto de tus aguas

Adormecen mis sentidos

Calman el alma más agitada

Calman mi alma desesperada

A la distancia un sol imponente

Se hace presente en esta morada

Así como el silencio en atardecer

De la amplia casa deshabitada

Miro a través de estas ventanas

Paisajes inmóviles de verde fragancia

Y cual manchas blancas pintando el cielo

Nubes entrelazan un juego en silencio

Cierro mis ojos en un gran intento

Ese que quiero de escuchar el viento

Más es su ausencia la que me encuentro

Duerme en esta tarde de calor intenso.



Camila Galdames S.

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